viernes, 22 de enero de 2021

El Ahuejote; un árbol sagrado

Columnas de Jade Sobre el Lago

Entre los mexicas el árbol fue considerado un ser animado de carácter sagrado, representó la vida, el tiempo y la eternidad, con sus ritmos estacionarios y su regeneración. Son innumerables las referencias en códices e inscripciones, dice Angeles González Gamio. 

Ejemplo de esto es el Ahuejote o Ahuexotl palabra náhuatl compuesta por <Atl=agua> y <Huexotl=sauz> “sauz de agua”. José Luis Martínez Ruiz en su tesis; cosmovisión, rituales y simbolismos del agua en Xochimilco, habla de esta palabra e indica que el vocablo en español lo podríamos traducir como árbol de verde precioso, y alegóricamente nombrarse, sauce en el agua o precioso sauce esmeralda en el agua. Por otra parte su nombre científico Salix bonplandiana refiere al genero "Salix" que comprende más de 400 especies de árboles, entre ellos los sauces. Y Bonplandiana en honor al botánico francés Aimé J.A. Goujaud Bonpland.

De acuerdo con la CONABIO este árbol se caracteriza por ser un esbelto árbol de hasta 15 m de alto, corteza agrietada, con varias ramas extendidas al cielo, de hojas alargadas color verde esmeralda y perenes, o sea, permanentes que no caen en invierno. Es un árbol ribereño por lo que es tolerante al agua y crece al lado de los canales, ríos y lagos. agrega Carlos Galindo en una entrevista para El Universal.

Este árbol fue considerado sagrado por los pueblos antiguos, los nahuas sabían de su importancia,  por eso les eran sagrados. Para ellos era el árbol vital que mantenía la estructura arquitectónica celestial-terrestre. 

Todo comenzó en el mito de los Cuatro Soles, después de la destrucción del mundo en el Sol de ChalchiuhtIicue, fue tanta la lluvia que se cayeron los cielos. Entonces los dioses Quetzalcóatl y Tezcatlipoca se transformaron en grandes árboles y con la ayuda de otros dos dioses y cuatro hombres creados para este fin, alzaron el cielo y lo pusieron en su lugar correcto, con todo y estrellas. Para esta hazaña, Quetzalcóatl encarno el árbol llamado quetzalhuexotl "sauce precioso" o "sauce emplumado", y Tezcatlipoca se convirtió en el tezcacuahuitl, "árbol de espejos". (Doris Heyden).

Doris Heyden. El árbol en el mito y el simbolismo, retomado de  Historias de los Mexicanos por sus pinturas, en Teogonía e Historia de los Mexicanos, Tres Opúsculos  del Siglo XVI (1937).

Fuente:  El universal, El reflejo de los ahuejotes en las aguas

Precisamente estas representaciones, quetzalhuexotl y tezcáhuitl no son otro que el ahuejote y que en su momento contribuyó a formar un paisaje singular y místico sobre el Valle de México. El Rey-Poeta de Texcoco, Nezahualcóyotl, expresa está visión en uno de sus poemas:

Se han levantado columnas de jade, de en medio del lago se yerguen las columnas, es el Dios que sustenta la tierra y lleva sobre sí al Anáhuac sobre el agua celeste. Flores preciosas hay en vuestras manos, con verdes sauces habéis matizado a la ciudad, a todo aquello que las aguas rodean, y en la plenitud del día. Habéis hecho una pintura del agua celeste, la tierra de Anáhuac habéis matizado.

León Portilla, Miguel. Canto de Nezahualcoyotl Acolhuacan (edicon paleogrfica y notas) Cantares mexicano. Volumen II, Tomo 2.

La importancia y visión del ahuejote va más allá de ser un árbol. La arqueóloga y cronista, Araceli Peralta, indica en una de sus entrevistas que, los ahuejotes son parte fundamental en las chinampas, islas artificiales construidas sobre el lago, que desde hace cientos de años formaron parte del sistema agrícola de la cuenca de México y y fueron la base del desarrollo del imperio mexica. Este sistema de producción agrícola es considerado prodigio ecológico y aun lo podemos admirar en la zona lacustre de Xochimilco.

El ahuejote cumple una una importante función ecológica, controlando la erosión del suelo, estos al ser rivereños y tener raíces profundas, se enredan en la tierra y en las capas de material orgánico, conteniendo la forma de la chinampa para que no se deslave, protegen los cultivos del viento. Además su presencia prolífica la vida acuática y da refugio a cientos de especies; aves, mamíferos e insectos.

Por ultimo cabe señalar que estos delgados y sencillos arboles forman barreras oxígeno para la sobre saturada Ciudad de México, junto con el lago ayudan a regular el clima y controlar la temperatura, sin ellos, está aumentaría y habría mayor falta de agua para la CDMX.