domingo, 12 de febrero de 2023

Crónicas y relatos de Xochimiclo

 

Crónicas y relatos de Xochimiclo; El Mercado

Cuando éramos pequeños seguramente hubo alguien que nos contara historias, leyendas, mitos o cuentos sobre el lugar donde crecimos. La tradición oral es la herramienta más grande para mantener latente aquellas narraciones que se heredan sin excepción alguna.  “Campo de Flores Cuentos de Xochimilco” es una compilación de cuentos que retrata y narra la vida de las personas de Xochimilco.

Traemos uno de los cuentos presentes de este compendio. “El Mercado”. 

Un sábado por la mañana la abuela se levantó muy temprano, preparó un atole de masa y alistó sus bolsas para ir al mercado. Los hermanos muy entusiasmados le pidieron que los llevará con ella. Durante su recorrido se encontraron con una viejecita mayor a su abuela. La señora empezó a hablar sobre la venta que tuvo un día anterior; ella se dedicaba a vender todo lo que cultivaba en su pequeño huerto.

Con pasos pequeños y una carretilla por delante, doña Teotl trasportaba flor de calabaza, manzanilla, nopales y champiñones, acompañada de sus dos nietos que tenían la edad de Iztli y Yali. Los cuatro niños caminaban junto con sus abuelas para llegar al gran mercado.

Al llegar acompañaron a doña Teotl a ubicarse en su lugar de venta. Estar ahí era como estar en un carnaval, era como ver un arcoíris causado por las distintas plantas, verduras y utensilios que se vendían. La abuela le compró flor de calabaza a doña Teotl para que comieran por la tarde unas quesadillas, se despidieron y continuaron su camino.

La abuela no les dijo que antes de comprar mandado pasarían por su puestecito donde ella vendía plantas, había que regar las petunias que tanto les gustaban a los clientes. Un mar de colores inundaba los pies de los hermanos, un color lila les llegaba a las rodillas, luego blanco, amarillo y rojo.

–Nietecitos, tomen una jícara y ayúdenme a regar estas plantitas mientras yo las podo para que crezcan bonitas. –dijo la abuela.

–Abuela, es como un mar de flores, me gusta ver muchos colores. –dijo entusiasmada Yali mientras regaba cuidadosamente las petunias blancas.

–Estar entre las bellas plantas que cultiva mi abuela me hace sentir paz. –finalizó Iztli.

Cuando estaban por terminar el riego, la abuela les contó que su secreto para que las plantas crezcan fuertes y sanas es darles amor, las plantas son como la familia, deben sentir el afecto de quienes cuidan de ellas para florecer cuando sea su momento, cuidarlas y regarlas era una forma de darles cariño.

Iztli y Yali quedaron conmovidos, recordaron aquel gran árbol de agua y su inmenso tamaño, tuvo que recibir mucho afecto por los habitantes para crecer grande y fuerte. Después de que la abuela les contara sus secretos para cuidar plantas, fueron a comprar mandado para la comida, a mamá se le había antojado unos sopes para comer.

De regreso a casa vieron un gran carnaval, los chínelos y otros danzantes daban fiesta por las calles, aquellas olas de color por su vestimenta daban brillo al mercado. Su danza daba alegría, los habitantes creaban un gran convivio, invitando a los demás habitantes y visitantes a unirse a la gran fiesta.

Yali e iztli motivados por la energía de la gente y la música regresaron felices a casa. Siempre que salían con la abuela los días eran aún más especiales. La abuela les contó que el pueblo seguido se reunía con motivo de alguna celebración, Xochimilco era un lugar de mucha fiesta, de carnavales y tradiciones.

Al llegar mamá, hicieron quesadillas de flor de calabaza, la siembra de doña Teotl era tan buena decían que el sabor de sus cultivos era inigualable. Terminando de comer Iztli recordó aquel regalo que su abuela le dio, pidió a Yali que lo acompañara para que juntos sembraran aquellas semillas y así poder cultivar con dedicación, amor y cariño un fruto que representaría el amor de su familia.

Fuente:

Campo de Flores Cuentos de Xochimilco

sábado, 4 de febrero de 2023

¿Conoces la leyenda de la Virgen de Xlatocan?

Barrio Xaltocan

EL Barrio Xaltocan es uno de los mas importantes Barrios Originarios en el Centro de Xochimilco. Esto se debe a la importancia que se le da a la iglesia Nuestra Señora de los Dolores. Ha sido el foco de las peregrinaciones de todos los otros barrios y pueblos originales de Xochimilco durante siglos.

El nombre original, “Xaltozan” vinen del nahuatl que significa “lugar de topos y arena” Toda la población del asentamiento lleva el nombre de una antigua ermita, Candelaria de Xaltozan, que en realidad murió en 1576 durante un brote de “cocoliztli”, una fiebre hemorrágica viral. Se cree que es esta ermita, o una dedicada al Dulce Nombre de Jesús, que llegó a ser el Santuario de Nuestra Señora de los Dolores, como se la llama comúnmente. El nombre oficial, “Santuario de Nuestra Señora de Dolores de Xaltocán”, fue otorgado a la iglesia por el Arzobispo de Tulancingo en 1951.

La leyenda de Nuestra Señora de los Dolores

Como sede del Santuario de la Virgen de los Dolores, la iglesia es la única de plano de cruz Latina en Xochimilco.

La leyenda de la Iglesia comienza con María Juana Xochpan. Ella vivía en una posada de la antigua finca Xaltocan. Ella heredado la finca y el rancho cuando murió el propietario. Poseía una escultura de la Virgen de los Dolores, que había sido tallada por los artesanos indígenas en el Monasterio de San Bernardino de Siena. Según la leyenda, colocó la escultura encima de una canasta para evitar que se fugara un pavo que había sido donado con flores a la capilla de la posada.

Un día al regresar a su casa, se dice que la posada se había transformado en una iglesia. Sobre el altar se podia observar a la Virgen renovada por completo.

Escultura de la virgen

Hoy en día no se sabe si la canasta sobre el pavo es aquella en la que la Virgen se sienta hoy. Pero, la palabra náhuatl para una canasta pequeña es “chiquihuite, que es es un nombre que todavía se escucha en la gente del pueblo; “Los chiquihuiteros”. Esto es en referencia a la estatua de la Virgen en la iglesia que está sentada en una pequeña canasta.

Se trata de una escultura del siglo XVII que perteneció al pueblo de San Andrés. También se encuentran dos importantes esculturas de la Inmaculada Concepción, una de ellas originaria del pueblo de San Salvador Cuauhtenco. La sacristía lleva una votiva del siglo XVIII, que es una pintura al óleo de muy buena calidad.

Fiesta e Iglesia de Xaltocan

Las fiestas del Barrio Xaltocan comienzan dos domingos antes del Miércoles de Ceniza. Las fiestas son famosas durar toda la semana. Casi todos los Pueblos y Barrios de Xochimilco realizan peregrinaciones al Santuario de Xaltocan. Entre las más famosas se encuentran los “huehuenches”, hombres disfrazados de mujeres, monstruos, personajes populares y figuras de cartón. Las procesiones incluyen bandas musicales, fuegos artificiales e imágenes de santos de las iglesias locales.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia declaró la iglesia de la Virgen de los Dolores como Monumento Nacional en 1932. El 24 de septiembre de 1951, el Arzobispo de Tulancingo, Darío Miranda, le concedió el nombre de “Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Xaltocán”.

Fuente: