viernes, 3 de diciembre de 2021

¿Conoces la leyenda del quinto sol y como nace el Axolotl?

El mito del quinto y la nacimiento del Axolotl.

En esta ocasión queremos traerle este pequeño relato del como nace el axolotl según la cosmovisión de los pueblos mesoamericanos "El mito del quinto sol, Del libro Axolotl: el ajolote, de José Antonio Flores Farfán.

Fuente: El Tapanco Chinampero; Diseño de Hatori Kitsune Art

Cuentan los que saben, que en un principio no existía ni el tiempo, el día estaba en la más absoluta oscuridad…. No existía nada excepto los dioses.

Entonces un día, los dioses inquietos se reunieron en Teotihuacán, para decidir quién alumbraría el mundo.

-¿Quién será la luz que alumbre al mundo?    Se preguntaban todos.

         Tecuciztecatl, el más ufanado y pretencioso de los dioses aceptó con entusiasmo.

-¿Quién será el otro?   Se vivieron a preguntar.

Reinaba el más absoluto silencio...  Ningún otro dios se atrevía a ofrecerse como voluntario.

Entonces recordaron a Nanahuatzin, el dios buboso, un dios muy humilde lleno de pústulas.

-¿Por qué no Nanahuatzin?  Dijeron

-Si, ¡Nanahuatzin!

Le solicitaron que él fuera el que alumbrara. Nanahuatzin aceptó de buena gana y sin vacilación.

- Obedeceré lo que me han mandado, expresó.

Durante cuatro días y sus noches, los dioses hicieron ofrendas...

Nanahuatzin ofrendo espinas de maguey con su sangre, un manojo de cañas verdes y bolitas de zacate.

Tecuciztecatl ofrendó espinas hechas de jade, plumas de quetzal y metales preciosos.

Los dioses hicieron una pira enorme y se reunieron alrededor para contemplar el espectáculo

Nanahuatzin y Tecuciztécatl se situaron frente al fuego, en medio de los demás dioses. Estos últimos decían

¡Venga Tecuciztécatl  …!   ¡Entra al fuego!

Tecuciztecatl estaba aterrado de inmolarse.

Después de cuatro intentos fallidos en que Tecuciztecatl intentó entrar al fuego y se acobardó, los dioses se volvieron hacia Nanahuatzin diciendo:

¡Venga Nanahuatzin!   ¡Entra al fuego!.

Nanahuatzin tomo su turno, cerró los ojos e inmediatamente se lanzó a la hoguera. Comenzó a crujir en el fuego y fue cuando Tecuciztécatl también se arrojó.

Los dioses esperaban para ver como emergía Nanahuatzin.

De repente todo se tornó rojizo, como si en todos lados estuviera amaneciendo.

No se sabía por dónde saldría, porque por todas partes había luz, entonces ciertos dioses como Quetzalcóatl, miraron al oriente y dijeron

- Por aquí ha de salir.   Así fue, salió por el oriente

Luego de él y en el mismo lugar apareció Tecuciztécatl. Los dioses se preguntaron

-¿Acaso está bien que brillen los dos a la par?   

- ¡No!,     se contestaron.

Entonces Ehécatl, el dios del viento, le aventó a Tecuciztecatl un conejo para disminuir su resplandor, quedando la luna como está ahora.

Después de un rato que el sol y la luna habían aparecido, los dioses se dieron cuenta de que permanecían inmóviles, por lo que dijeron 

- ¿Cómo podremos vivir con un sol sin movimiento?

-Sacrifiquémonos y hagamos que resucite con movimiento por nuestra muerte.

Y entonces Ehécatl, dios del viento, se encargó de matar a los dioses. Sin embargo, la historia dice que hubo un dios, Xolotl, gemelo de Quetzalcoátl, que se rehusaba a morir.

-  ¡Ay, ay, ay, ay! ¡No quiero morir!   Exclamo Xolotl.

De inmediato, Xolotl salió despavorido y  Ehécatl empezó a perseguirlo.

En su huida Xolotl se convirtió en el pie de maíz de dos tallos.

Ehécatl lo descubrió y Xolotl volvió a huir, escondiéndose entre los magueyes, convirtiéndose en Mexolotl, el maguey de dos cabezas.

De nuevo Ehécatl lo encontró y Xolotl volvió a huir, sumergiéndose en el agua, convirtiéndose en Axolotl, donde fue capturado y muerto para consagrarse para siempre como uno de los manjares predilectos.

Fuente:

Diario 19;  La leyenda del ajolote y la creación del quinto sol mexica