viernes, 19 de febrero de 2021

Isla de las muñecas

Isla de las Muñecas

El mundo es demasiado grande como para conocer todos sus rincones, algunos maravillosos e increíbles, otros llenos de misterios, cuyas historias son aún inciertas y desconcertantes... así encontramos el lugar de las flores y jardines flotantes, Xochimilco.

Chinampas Xochimilco

Xochimilco es un lugar dentro de la Ciudad de México que destaca por su belleza natural, con abundante vegetación, flora y fauna (aunque estas cada vez en menor cantidad ). Una parte está formada por casi 200 kilómetros de canales navegables, que forman laberintos acuosos, los cuales están llenos de leyendas místicas con un toque tétrico ; Historias sobre criaturas antiguas y espíritus, muchos de ellos ahogados en sus canales.

Sobre todo, en el centro de los canales, entre las muchas pequeñas islas que existen, o correctamente nombradas “chinampas”. Hay una isla muy particular, con una historia que destaca por su singular paisaje y su macabra historia … capaz de ponerle la piel de gallina a todo aquel que se le acerque. 

Hablamos de la llamada “Isla de las muñecas”...

Su nombre se debe a que, a mediados de 1950, un hombre llamado Julián Santana Barrera, mejor conocido como “Don Julián” , se mudó ahí, comentó con algunas personas que viviría ahí y abandonaría a su esposa e hija.

Vivió ahí solo, por muchos años... en una pequeña cabaña en el centro de la chinampa. Un día, después de años de aislamiento, se dice que don Julián hizo un descubrimiento espeluznante, era el cuerpo sin vida de una niña ahogada. Al poco de morir la niña, don Julián encontró cerca de ahí algo más... una muñeca, la cual se cree que era de la niña, una apreciada posesión a la que debió haberse aferrado hasta en sus momentos finales.

Según la gente que conocía a don Julián, él creía que el espíritu de la niña lo acosaba, aparecía en sus sueños, al mismo tiempo que comenzó a escuchar gritos y llantos en los alrededores de la isla, supuestamente producidos por la niña. Es así que don Julián decide recoger a la muñeca y cuidarla , pues tenía la esperanza que eso apaciguara al fantasma de la niña. Tiempo después, comenzó a buscar en los canales más muñecas abandonadas.

Colgó éstas como ofrenda para ella en todas partes, de acuerdo a lo que decía don Julián eso calmaba su espíritu. Conforme las muñecas se mecían muy probablemente con el viento, él creía que ella estaba jugando con las muñecas y que lo protegían. Los niños suelen cansarse de sus juguetes, tal vez eso fue lo que don Julián creía al final, que el espíritu de la niña perdió interés en sus viejas muñecas y quería más y más muñecas nuevas.

También se dice que don Julián creía que las muñecas estaban vivas; las escuchaba hablar, reír y llorar entre sus pensamientos, pensando que tal vez eran los espíritus de aquellos que morían ahogados entre los nebulosos canales y estaban poseyendo dichas efigies y lo protegían. Poco a poco don Julián comenzó a habitar en su isla con más y más muñecas que recolectaba de la basura, algunas antiguas y rotas. Hasta que un día su búsqueda de muñecas lo llevó demasiado lejos. Don Julián fue hallado ahogado en las mismas aguas oscuras donde había descubierto a la pequeña años antes. 

Mucha gente asegura que tal vez él era el poseído, debido a que cambió radicalmente su forma de ser tras lo sucedido. Otros aseguran que se sentía culpable por no haber podido salvarla y que por eso se había vuelto loco. Pero la realidad es que sólo don Julián supo lo que realmente ocurrió.

Algunos afirman que Julián Santana empezó a poner muñecos para ahuyentar al espíritu de su propia hija, misma que cayó al agua cuando su madre la llevaba en hombros mientras lavaba la ropa en el canal y que por ese motivo se mudó lejos de todo.

Don Julián falleció en el 2001, por lo que la casa quedó vacía, dejando un escenario fantasmagórico. Hasta el día de hoy son cientos las figuras de plástico, tela, madera y otros materiales que adornan, siniestramente el interior y exterior de la casa, colgando de la vegetación, los árboles y malezas de toda la isla.

Don Julián

Algunos aseguran que son más de 1500 muñecas mismas que provocan que el ambiente se muestre misterioso y con terror, pues se encuentran deterioradas y deformes por la humedad, la suciedad y el tiempo. Muchas de ellas desmembradas, sucias, con rayones, con las cuencas de los ojos vacías, otras parecen haber sido quemadas.

Fue en los años 90’s cuando se corrió la voz sobre este lugar y se popularizó. Es entonces que empezó a ser visitada esta isla por más y más personas y con ello se acompañaban un sinfín de leyendas urbanas, en especial luego de la muerte de don Julián.

Hay quienes dicen que las muñecas colgadas de las ramas, mueven la cabeza y las extremidades, incluso algunas llegan a seguirte con la mirada y susurran por las noches. También han surgido historias sobre personas que se han atrevido a tocar las muñecas y han fallecido días después.

Muñecas colgadas en las isla de las muñecas

Aunque ya nadie habita en la isla, quien está a cargo es el sobrino de don Julián, Anastasio Santana. Quien asegura que el lugar está libre de hechizos, magia negra y malas intenciones. Anastasio menciona, "el objetivo de las muñecas siempre ha sido espantar al espanto”.

La popularidad de la Isla de las Muñecas es tan grande que es temida por los lugareños y visitantes. Quienes visitan la isla aseguran que este lugar sin duda tiene una energía muy fuerte, incluso para los más escépticos, también afirman que hay cierto aire de brujería, como una especie de culto lúgubre dedicada a cada uno de esos espíritus que se miran inquietas esperando a que alguien o algo las provoque para despertar una maldición.

Isla de las muñecas

Así encontramos este lugar, una gran obra surrealista y arte siniestro, capaz de poner a prueba a cualquiera.

Si la quieren visitar recomendamos llegar desde el embarcadero puente de Urrutia, que además de ser el más cercano y directo al lugar, te lleva a la isla original ya que dada su fama y popularidad han surgido varias réplicas.

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