domingo, 6 de noviembre de 2022

Los que suben ¿Ya no bajan? Relatos de la tradición oral de Xochimilco

Relatos de Xochimilco; Día de Muertos

"Los que suben ¿Ya no bajan? Relatos de la tradición oral de Xochimilco" es un libro que recopila diferentes narraciones de las carencia popular xochimilca entorno a una de las celebraciones mas importantes de México y de esta demarcación. El día de muertos

Las historias encierran detalles histórico-geográficos de Xochimilco, así como normas sociales que se revelan en forma de reflexión, lo que las convierte en un instrumento valioso para comprender el imaginario xochimilca de la vida y la muerte.

Como si fuera poco las historias se encuentras en su versión en español como nahuatl, lengua que se habla, en poca medida, pero aun se habla en Xochimilco.

Aqui te dejamos uno de los cuentos que aparece en este libro:

Los muertos de hambre

Dicen las creencias que cuando no se les pone ofrenda a los difuntos, algo sucede para que los veamos. A mí me contaron que una señora que vendía carne en Santa Cruz Acalpixca decía: “¡Qué muertos ni qué muertos, aquí sólo
vienen los muertos de hambre!”. En eso estaba cuando de repente vio que entraron hartos niños con trajes blancos, bien vestiditos, buscando qué había dentro del local.

Dijeron entre ellos: “acá no pusieron nada, vámonos pa’ casa de tío Chon, a ver si allá sí nos pusieron ofrenda”. Ella se quedó asombrada y dijo “¡Es cierto que vienen!”. Agarró su costal de raspa, que son los costales grandes de tercio de maíz, se subió a un mototaxi y se fue a comprar de todo lo que encontró, todo lo que se pone en la mesa1. Jamás dejó de ponerles ofrenda porque vio que sí vienen.

En otra ocasión, cuando la abuelita de mi marido estaba muy enferma, su nuera Luisa puso la ofrenda y al poco rato la abuelita la llamó gritando:
—¡Luisa! ¡Luisa! Ven a ver a esos escuincles, ¡ya se están acabando la fruta! -Luisa se asomó y no vio a nadie. Nomás la abuelita los veía-.
—¿Qué cosa dijiste?
—¡Mira cuánto escuincle! ¡Ya se están tragando
la fruta!
—Déjelos usted que coman, es el Día de los Muertos. Ya duérmase.

Al otro día encontraron a la abuelita tirada atrás de la puerta del cuarto; ya no caminaba ni tenía fuerzas. Dicen que los muertitos ya se la llevaban, pero como estaba cerrada la puerta del cuarto, no pudieron sacarla. A partir de ese día comenzó a empeorar la salud de la abuelita y murió a los ocho días.

Relato de Francisca Pérez Ramírez, San Luis Tlaxialtemalco, 77 años 

Fuente:

Los que suben ¿Ya no bajan? Relatos de la tradición oral de Xochimilco

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