viernes, 4 de junio de 2021

La Llorona es un historia tan contada que sus gritos llegan a todas partes ¿Conoces sus origines y algunas historias que se cuentan en Xochimilco?

Bailando con la luna llena, se encuentra, con su vestido blanco y su grito desagarrado  

Una cabellera tan oscura como la noche deslizándose por su espalda, mientras se arrodilla junto al arroyo y hunde sus manos en el agua fría. Un vestido tan blanco como la nieve moviéndose con la brisa nocturna sobre su cuerpo y sólo escuchas el sonido del agua moviéndose con la corriente. . . pero entonces, el áspero jadeo de una mujer llorando interrumpe en el silencio, creciendo más y más fuerte hasta que la mujer con el largo cabello negro y vestido blanco se da la vuelta y te mira directamente. El llanto desesperado te rodea, aumentando su intensidad, en un crescendo que hiela la sangre, hasta que un miedo casi tangible te alerta que algo está mal. Fragmento de la página de Ghost City Tours.

La leyenda de “La Llorona” es una historia muy popular que se oye por todo México, como su grito, así como por las zonas del suroeste de los Estados Unidos y otras regiones Latinoamérica, en sus versiones propias.

La leyenda de La Llorona, en su forma más simple, es la siguiente: La Llorona es la historia de una mujer de tiempos de la Nueva España que, al saberse engañada por el hombre al que ama, se venga de él matando a sus hijos. Cuando repara en lo que ha hecho pierde la razón y muere para después aparecer por las noches penando, dando alaridos por las calles de la ciudad lamentándose por sus hijos muertos. El clásico grito lastimero de la Llorona es: “¡ay, mis hijos!”.

También se dice que la leyenda tiene sus referentes en la tradición prehispánica, de acuerdo al articulo "La Llorona, Análisis Literario-Simbólico" dice que  esta leyenda a su vez la configuraron las tradiciones mexica y maya. Conforme a la cosmovisión prehispánica, las mujeres muertas en el parto son consideradas mujeres divinas, Cihuateteo para los nahuas, xtabay para los mayas, ya que han derramado su sangre como los guerreros y los sacrificados al sol. Estas mujeres acompañan a Tonatiuh, el sol, en su recorrido por el inframundo, sirviendo y combatiendo junto con él a las fuerzas de la noche. Pero cada 52 años, en los últimos cinco días del año prehispánico, los llamados días nemontemi o días aciagos, estas mujeres vuelven al mundo buscando a sus hijos. Por eso los hombres y mujeres les temen en esos días y protegen a sus hijos con máscaras hechas de pencas de maguey, como lo señala Demetrio Sodi (1985).

Por su parte en el artículo "Lloronas, madres y fantasmas", escriben sobre los  los datos registrados en las crónicas de la conquista y el testimonio de Bernardino de Sahagún, que relatan uno de los presagios, el sexto, que recibió el pueblo de Tenochtitlan algunos años antes de la llegada de los españoles, percibió presagios funestos que anunciaban la historia por venir, la derrota de un pueblo. Uno de estos malos augurios fue el repetido lamento de una mujer espectral elevándose entre las aguas acongojada por la muerte de sus hijos. “Iba gritando por la noche: ¡Hijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía: Hijitos míos, ¿a dónde os llevaré? (León Portilla). Fray Bernardino de Sahagún identificó el llanto de ese espectro de cabellos largos y vaporosos vestidos con Cihuacóatl, de las palabras en náhuatl “cihuatl”, mujer, y “coatl”, serpiente:

Era una noche en calma, el cielo estaba estrellado y la luna se reflejaba en el lago de Texcoco. Los cuatro sacerdotes esperaban observando hacia el firmamento. De pronto se escuchó el lamento:

-¡Aaaay, mis hijos! ¿Dónde los llevaré para que escapen a tan horrible destino?
-¡Es Cihuacóatl! -aseguró uno de los sacerdotes.
-Nuestra diosa madre ha salido de las aguas para prevenirnos -agregó otro.
Esta leyenda y su origen prehispánico hacen referir a otra leyenda, la de la Mictlancihuatl, que con gusto trataremos en otra historia

La llorona es un símbolo del cual se vale la oralidad para transmitir, en una narración, una masificación de la cultura, por lo que esta cambia de acuerdo a los narradores que la cuentan, como la viven, cómo se las transmiten y conforme es su realidad, pudiendo cambiar las veces que quieran y de esa manera el relato se transforma.

Es así que existen varias versiones, todas varían en una cosa u otra, como las que dice que no los ahogó, sino que los mató con un cuchillo, también llegan a contar que era uno, dos y hasta tres hijos los que tenía y mató. Otras la señalan como Malintzin quien tuvo dos hijos con Cortes, pero este se los iba arrebatar y ella los mató ahogándose. Otra historia más dice que fue una vez una joven muy feliz que se casó con el amor de su vida, en la iglesia prometió entregar a su primogénito, después de que nacieron sus dos hijos no lo hizo y un día su casa de la nada se incendió con los niños dentro, la cara se le quemo y el fuego desaparece todo, como si nunca hubiera existido la casa junto con sus hijos, quedado destinada a vagar buscándolos con el rostro desfigurado. En otro lugar se llega asociar con las historias de la dama de blanco.

Historias, leyendas, tradición oral y cuerpos de agua, todo ello abunda en Xochimilco, por supuesto también es “hogar” de estas narraciones, no se peude hablar de la llorona y de Xochimilco sin referir a la tradicional puesta en escena de la misma historia que se lleva acabo en las chinampas. También son varias las historias que se escuchan de este fantasmal espíritu que ronda por los canales, ya que son varios los que dicen haberla escuchado y otro más incluso la vieron, dejamos algunas de esas historias que circundan  por los barios, callejones y chinampas de esta leyenda;

Hace tiempo en Xochimilco vivía una mujer con dos hijos Xóchitl y Tonatiuh ellos cultivaban flores hermosas y las vendían en el pueblo, con lo que juntaban para sus gastos, comida etc. Un día partieron de su casa con las flores para venderlas, cuando volvieron a casa, la mamá vio que su casa se estaba incendiando, desesperante bajo de la canoa dejando a sus dos hijos arriba de ella, en ese momento paso una corriente muy fuerte que se la llevó y los niños fueron alejados de su madre. La mujer gritaba desesperante y no pudo salvarlos, la gente del pueblo ayudó, pero igual no pudieron encontrarlos. En ello la mujer huyó del pueblo llorando y exclamando ¡hayyyy missss hijosssss !…

La mujer empezó a llorar en el pueblo a la medianoche, desde ese suceso fue nombrada por la llorona y después de unos días, empezaron a desaparecer los niños del pueblo a media noche. Entonces un joven se atrevió a enfrentarla, luego el día del juicio decidieron llevarla a la iglesia en donde fueron sepultados sus dos hijos, y la llorona fue calmando su llanto, en eso aparecieron sus dos hijos y desapareció su lado maligno y después se fue con ellos. Desde esa vez ya no se volvió a escuchar los llantos de la llorona y los niños fueron salvados.

Historias tomadas del documento Literatura I Análisis de Leyenda; Colegio de Bachilleres Del Estado De México.

Otra historia que circunda en esta región, tomada del libro Leyendas y Relatos de Xochimilc, de Rodoflo Cordero, es la de la llorona de Caltongo, este es un barrio antiguo de la época precolombina, para entrar a este barrio tanto por el este como el este y sur existen las acequias (zanja o canal) para los embarcaderos, las canoas y trajineras, en aquellos callejones tan estrechos, los vecinos que allí viven, conversan y narran los sucesos que ahí suceden, como el de la llorona, la dama blanca vaporosa y sus gritos estremecedores: ¡aaaaaayyyyy mmmmmiiiissss hiiiiiijjjjooooos! Gritos que han escuchado muchos vecinos a la media noche con luna llena o sin ella; es una mujer que viste de blanco, señalan, lleva el pelo despeinado, con cara honrosa de espanto.

En la fiestecita del barrio de Caltongo, el 4 de octubre del 2001, en tanto degustamos del rico mole colorado, la plática acerca de estos hechos atrayentes, podría decirse inexplicables por vivir en los albores del siglo XXI, nos hicieron pensar que esos cuentos llevan un altísimo porcentaje de imaginación, uno de nostalgia por el mundo que vivieron nuestros abuelos.

En seguida del grito desgarrador, el galope de varios caballos con sus relinchos se deja escuchar, pero de verdad tío así como se lo cuento, la llorona y los caballos se escuchan en las noches de Caltongo.

El profesor Rosales está seguro que la llorona aparece por los callejones de la Gloria de la entrada principal del barrio de Caltongo, en Xochimilco y llega a la capilla, Detrás de la capilla está una acequia donde los chinamperos amarran sus canoas. Allí en esa acequia con hedores a drenaje, la llorona lanza su tercer grito, camina sobre una canoa y entre la penumbra con sombras de los árboles y de enredaderas que caen de las bardas de las casas esa mujer desaparece gritando ¡aaaaayyyyy mmmmmiiiissss hiiiiiijjjjooooossss!.

Otros vecinos están seguros de haber visto desaparecer de esa acequia un nahual transformado en un enorme perro que sigue a la llorona. Sin sombra alguna allí, la llorona y el perro desaparecen.

Más vecinos de ese barrio xochimilca recuerdan lo mismo y agregan que la llorona se aparece por la avenida nuevo león, en una curva peligrosa ocasionando que varios vehículos se arrojan al canal,

También se dice que la llorona aparece haciendo la para a los taxistas, a los automovilistas, y a los microbuses, algunos conductores asustados le arrogan el auto sin hacerle nada.

Bailando con la luna llena
Se encuentra la llorona,
Su vestido blanco de seda,
Se mueve al compás del viento
En la soledad nocturna
Su agonía de madre es eterna
El viento frió, es su música
Sus pies blancos no tocan el suelo
Solo su llanto toca el alma
Fragmento del poema LLORONA, del blog de cuentos y poemas cortos de Max Soto

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